Entender a la filosofía como una actividad desde la cual es posible pensar por unx mismx y pensar diversos problemas, nos aleja de toda forma de dogmatismo y adoctrinamiento. En este sentido, la filosofía como práctica no se agota sólo en la búsqueda de definición de ella misma sino que constituye una persecución constante de mecanismos de comprensión y explicación del mundo que nos rodea, mecanismos que facilitan el surgimiento de ideas, visiones del mundo y de nosotrxs mismxs como agentes actuando en él. La práctica filosófica implica y cultiva la necesidad de formular preguntas, buscar horizontes de respuestas, y volver a formular preguntas. Es una actividad que consiste en desnaturalizar la realidad y desocultar supuestos arraigados en los diversos saberes, como asimismo esclarecer los conceptos que se utilizan y brindar herramientas para desarrollar buenos argumentos que sostengan nuestras teorías. En este marco se puede concebir a la filosofía, no sólo como un cuerpo de conocimientos que se transmite a través del tiempo, sino también como una práctica transformadora que modifica la relación con el mundo, la relación con el conocimiento y las relaciones con los otros.
La Epistemología, siendo una rama de la filosofía, y entendida como teoría del conocimiento, ofrece un marco conceptual necesario para comprender nociones como conocimiento, verdad, lenguaje y mundo. En este sentido, la teoría del conocimiento se ocupa de establecer criterios de verdad y justificación de nuestras creencias. Tradicionalmente, ha tratado de responder preguntas tales como “¿qué es el conocimiento?”, “¿cómo justificamos nuestras creencias?”, ¿qué es la verdad?”, “¿qué relación hay entre las creencias y el mundo?” “¿cómo podemos saber que una creencia es verdadera?”. Estas preguntas aparecen en la historia de la filosofía desde sus comienzos y aún hoy motivan debates en torno a estos cuestionamientos. Así tenemos, por ejemplo, muches filósofes que sostienen hoy en día que la definición tradicional del conocimiento proposicional, entendida como creencia verdadera justificada, es esencialmente defectuosa. Por otro lado, aun cuando hagamos el esfuerzo de responder a este tipo de preguntas, queda examinar cuidadosamente una cuestión fundamental “¿podemos efectivamente conocer algo? Este es el famoso y tan citado desafío escéptico que pone en tela de juicio la posibilidad misma del conocimiento.
Ahora bien, la Epistemología también puede ser entendida como Filosofía de la Ciencia, es decir, ya no se ocupa del problema general del conocimiento, sino de uno particular, el conocimiento científico. Se puede decir también que la Epistemología es una de las llamadas meta-ciencias, son disciplinas que tienen como objeto de estudio el conocimiento científico correcto. En este sentido, se ocupa de determinar cuáles son las características del lenguaje propiamente científico, sus enunciados, teorías y criterios de corrección. Podemos señalar, entonces, dos niveles de discurso; uno es el nivel de discurso de las ciencias que hablan acerca de la realidad y otro es el nivel de discurso de las metaciencias que hablan acerca de las ciencias. ¿De qué realidad hablan las ciencias? ¿Qué relación hay entre las enunciados científicos y el mundo? ¿Cómo se prueban las teorías?
El presente programa pretende introducir a les estudiantes en los debates más relevantes entorno a la teoría del conocimiento, poniendo énfasis en la relación de la filosofía y el problema del conocimiento en general; y la epistemología, o filosofía de la ciencia, en particular en vistas a un marco más general de disciplinas relacionadas con el lenguaje, su origen y uso, como así también, su enseñanza y trasmisión. Una vez recorrido el análisis teórico de los principales conceptos epistemológicos se buscará aplicarlos a la Lingüística entendida como ciencia cuyo objeto de estudio es el lenguaje. Problematizar la relación entre Epistemología, Lingüística y Traducción será la propuesta final del presente recorrido análitico.